Los propietarios Christophe y su hija Anaïs San José cayeron en el encanto de esta antigua mansión del siglo XVIII. Al diseñar las habitaciones, han dotado a cada una de ellas de un universo personalizado, combinando la piedra y los suelos de parqué antiguos con muebles y objetos de diseño de los más grandes diseñadores, como Philippe Starck, Kartell y Eichholtz.